CIUDAD MCY.-Un reciente estudio detectó que la activación cerebral por sonido en personas ciegas se encontraba principalmente en el área fusiforme izquierda de la cara, mientras que el procesamiento facial en personas videntes se producía principalmente en el área fusiforme derecha de la cara.

A partir de un dispositivo especializado que traduce imágenes en sonido, neurocientíficos del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (EEUU) demostraron que las personas ciegas reconocían rostros básicos utilizando la parte del cerebro conocida como área fusiforme de la cara, una región que es crucial para el procesamiento de rostros en personas videntes.

«Se sabe desde hace algún tiempo que las personas ciegas pueden compensar su pérdida de visión, hasta cierto punto, utilizando sus otros sentidos», indicó Josef Rauschecker, profesor del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Georgetown y autor principal de este trabajo, publicado en PLOS ONE´.

El estudio probó hasta qué punto existe plasticidad o compensación, entre ver y oír codificando patrones visuales básicos en patrones auditivos con la ayuda de un dispositivo técnico al que nos referimos como dispositivo de sustitución sensorial. «Con el uso de imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI), podemos determinar en qué parte del cerebro se produce esta plasticidad compensatoria», agregó el prof. Rauschecker.

Mosaico de regiones corticales

La percepción facial en humanos y primates no humanos se logra mediante un mosaico de regiones corticales especializadas. La forma en que se desarrollan estas regiones sigue siendo controvertida, según los autores del estudio.

Debido a su importancia para el comportamiento social, muchos investigadores creen que los mecanismos neuronales para el reconocimiento facial son innatos en los primates o dependen de la experiencia visual temprana con los rostros. «Nuestros resultados en personas ciegas implican que el desarrollo del área fusiforme del rostro no depende de la experiencia con rostros visuales reales sino de la exposición a la geometría de las configuraciones faciales, que pueden transmitirse mediante otras modalidades sensoriales», añadió el prof. Rauschecker.

Seis personas ciegas y 10 personas videntes que sirvieron como sujetos de control pasaron por tres rondas de resonancias magnéticas funcionales para ver qué partes del cerebro se activaban durante la traducción de la imagen al sonido. Los científicos descubrieron que la activación cerebral por sonido en personas ciegas se encontraba principalmente en el área fusiforme izquierda de la cara, mientras que el procesamiento facial en personas videntes se producía principalmente en el área fusiforme derecha de la cara.

«Creemos que la diferencia izquierda/derecha entre personas ciegas y no ciegas puede tener que ver con cómo los lados izquierdo y derecho del área fusiforme procesan las caras, ya sea como patrones conectados o como partes separadas, lo que puede ser una pista importante. Para ayudarnos a perfeccionar nuestro dispositivo de sustitución sensorial», explicó el prof. Rauschecker, también codirector del Centro de Neuroingeniería de la Universidad de Georgetown.

Actualmente, con su dispositivo, las personas ciegas pueden reconocer una cara básica de «dibujos animados» (como una cara feliz emoji) cuando se transcribe en patrones de sonido. Reconocer rostros a través de sonidos fue un proceso que requirió mucho tiempo y muchas sesiones de práctica. Cada sesión comenzó con lograr que las personas reconocieran formas geométricas simples, como líneas horizontales y verticales; seguidamente, la complejidad de los estímulos aumentó gradualmente de modo que las líneas formaron formas, como casas o caras, que luego se volvieron aún más complejas (casas altas versus anchas y caras felices versus caras tristes).

En última instancia, los científicos aspiran utilizar imágenes de caras y edificios reales en combinación con su dispositivo, pero señalan que primero tendrían que aumentar considerablemente la resolución del dispositivo. «Nuestro objetivo es poder descubrir si es posible que las personas ciegas aprendan a reconocer a las personas a partir de sus fotografías. Es posible que esto requiera mucha más práctica con nuestro dispositivo, pero ahora que hemos identificado la región del cerebro donde se produce la traducción, es posible que sepamos mejor cómo afinar nuestros procesos», concluyó el prof. Rauschecker.

AGENCIAS