El 13 de noviembre celebra el nacimiento de una institución que ha madurado de ser un cuerpo de socorro a ser un pilar de la seguridad preventiva en Aragua y todo el país
CUIDAD MCY.-Cada 13 de noviembre, Venezuela se detiene para honrar a los hombres y mujeres de la camisa naranja que encarnan uno de los cuerpos de prevención más vital como es Protección Civil y Administración de Desastres (PCAD). Más allá de la imagen reactiva que se asocia con el rescate en el momento, de la tragedia, la historia reciente de este cuerpo es la crónica de una profunda transformación filosófica y legal que lo ha redefinido como una institución de carácter preventivo, dedicada a la gestión social del riesgo en el territorio.
Los orígenes del sistema de respuesta ante calamidades se remontan a épocas donde el enfoque era netamente paliativo, conocido en el pasado como Defensa Civil o simplemente Acción contra Desastres. Esta era una estructura que, si bien cumplía la noble labor de asistir a víctimas, basaba gran parte de su accionar en la intervención post-evento. La concepción del desastre, como un suceso inevitable que demanda una respuesta inmediata y heroica, predominaba en el imaginario colectivo y en la doctrina operativa del cuerpo.
Sin embargo, su hito fundacional que se celebra cada 13 de noviembre marcó un quiebre conceptual definitivo. Con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, la organización experimentó un cambio significativo que la hizo nacer bajo el concepto de la revolución social. Este cambio se consagra en el Artículo 332, que además de ratificar la existencia del cuerpo dedicado a la protección civil, sino que migra su nombre a administración de desastres.
ANTES DEL DESASTRE
Como bien lo explicó el coordinador general de la Dirección Estadal de Protección Civil Aragua y jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos, Eliú Rodríguez, la nueva nomenclatura es la clave de su misión: “Si analizamos conceptualmente el concepto de desastres, se supone que es un evento que se presenta en un lugar y un tiempo determinado, que causa efectos importantes a la población, daños considerables a los bienes, a la vida. La pregunta es, ¿Protección Civil tiene que actuar justamente cuando tengamos el desastre? Bajo un concepto lógico de la organización, no. Nosotros somos una institución dedicada a hacer análisis, a preparar a la población antes que el desastre ocurra”.
Esta nueva escuela de pensamiento entiende que el desastre no es solo una fatalidad natural, sino el resultado de la falta de preparación, la carencia de diagnósticos previos y la exposición vulnerable de las comunidades. Por ello, la Ley de Seguridad de la Nación define a Protección Civil como una gestión social de riesgo, donde el foco está en la planificación, el fomento de la conciencia y la capacitación para que los eventos adversos, si llegan a ocurrir, queden relegados al ámbito de una emergencia controlada, no de una catástrofe. El modelo actual se enraíza en el fortalecimiento de los ámbitos comunales, buscando que la esencia de los comités de gestión del riesgo se convierta en un elemento indispensable dentro de la preparación local.
SENSIBILIDAD + FORMACIÓN TÉCNICA
Rodríguez, quien ha dedicado gran parte de su vida a esta labor, recuerda que sus inicios se remontan a 1986, testifica la profundidad de esta transformación. Para él, el rol del funcionario trasciende el uniforme naranja. “Para ser funcionario de Protección Civil, uno de los requisitos indispensables es ser sensible al dolor humano, es entender la importancia que tenemos nosotros, mucho más allá de ser funcionario y de portar un uniforme naranja, es comprender la necesidad social, es bajar a aquellos lugares más expuestos donde existan diferentes elementos”. Esta sensibilidad, sumada a la formación técnica, garantiza que la acción del cuerpo se base en los derechos fundamentales del ciudadano.
De esta manera, la premisa de la institución no es una condición heroica, sino una necesidad humana: salvar vidas. Y para lograrlo, el imperativo es «actuar antes que el evento ocurra y no esperar que los hechos causen efectos sobre la población». Esto exige un cambio de patrones de conciencia, donde la población comprenda que la seguridad se basa en la corresponsabilidad ciudadana, un principio constitucional que asigna a cada individuo el deber de enfrentar las calamidades públicas en conjunto con el Estado.
Cada hombre y mujer de PCAD, se dedica a generar cambios importantes en la administración de los desastres. Para Clarita Naime, oficial del Departamento de Comunicaciones, el trabajo que realizan diariamente los héroes y heroínas de chaqueta naranja es algo único, pues no todos tienen la vocación de salvar vidas. El departamento en el que labora recibe la información, coordinar con las sedes municipales para dar una respuesta más rápida y eficaz, es algo que le anima a seguir sirviéndole a la población aragüeña.
El supervisor 1, Alfredo Seijas, perteneciente a la División de Operaciones de la unidad de operaciones y especialista en “guía can”, narró cómo los perros son parte primordial de su labor al momento de asistir un suceso, pues estos caninos tienen la responsabilidad de rastreo de cuerpos en el caso de presentarse una tragedia de gran magnitud. Ellos son preparados con rutinas de entrenamiento diarios para que siempre estén activos “no solo nos complementan, sino que facilitan nuestra tarea porque tienen un mayor rango de búsqueda que los seres humanos” dijo.
Protección Civil y Administración de Desastres en Venezuela, es hoy una gestión social de riesgo cuya victoria se encuentra en la calamidad que nunca llega a ocurrir, gracias a la conciencia y la preparación que fomentan en cada rincón del país.
Ser efectivo de PC
“Para ser funcionario de Protección Civil, uno de los requisitos indispensables es ser sensible al dolor humano, es entender la importancia que tenemos nosotros, mucho más allá de ser funcionario y de portar un uniforme naranja, es comprender la necesidad social, es bajar a aquellos lugares más expuestos donde existan diferentes elementos”.
Eliú Rodríguez, coordinador general de la Dirección Estadal de Protección Civil Aragua y jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos.
MARÍA JOSÉ PARRA | FOTOS | CIUDAD MCY

