FOTOS REFERENCIALES
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***Pasados los acontecimientos fue frustrado el espíritu revolucionario de esa fecha, tras la firma del Pacto de Punto Fijo que significó un fraude a la pretendida democracia***

CIUDAD MCY.- Ese 23 de enero de 1958 una rebelión popular en Venezuela aceleró el final de la dictadura regida por el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez. Según las informaciones y datos registrados para esa época, el pueblo, en unión cívico-militar, se levantó para hacer frente al Gobierno de corte militar derechista que logró desalojarlo del poder y así recuperar la libertad y democracia del país.

Como antecedente a este acontecimiento nacional, se registra un primer intento de golpe contra Pérez Jiménez que se dio el 1° de enero de 1958. La represión que siguió a la fallida insurrección no impidió las protestas, que desembocaron en un paro nacional para el 21 de enero, durante el cual se produjeron sangrientos enfrentamientos. Los altos mandos militares decidieron darle la espalda al dictador, que terminó abandonando la presidencia y el país.

Y aunque el alzamiento de los pilotos fracasó, tampoco fortaleció al gobierno sino que más bien aceleró el proceso de deterioro que culminó 23 días después, pues poco a poco cobró fuerza el malestar que había entre los oficiales de los cuatro componentes de la Fuerza Armada para la época.

De acuerdo a historiadores, este evento causó asombro mayúsculo incluso a los miembros del gobierno, debido a que un mes antes se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato del general y darle solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas.

El autoritarismo impuesto por Pérez Jiménez se tradujo en la represión a grupos opositores y la violación de libertades cívicas. Los avances económicos no lograron acallar el descontento ante medidas como la censura a la prensa y la eliminación de sindicatos.

DEMOCRACIA LEGÍTIMA

Aunque, desde entonces se había recordado la fecha como un hito en la democracia venezolana, el Comandante Hugo Chávez consideraba que la verdadera democracia llegaría a Venezuela a partir diciembre de 1998, cuando se reivindicó la fecha al establecer un legítimo nexo entre lo que demandaba el pueblo en 1958 y la llegada de la Revolución Bolivariana a regir el destino de la Nación.

“Una democracia sin pueblo es como un mar seco, o un río sin cauce”, estas palabras del Comandante Eterno, consecuente defensor de la democracia protagonizada por el pueblo, latían en el corazón de la Nación y de la Fuerza Armada que en 1958 decidió salir a las calles para instaurar la democracia, gesta traicionada por quienes se rindieron a los intereses imperiales.

El Pacto de Punto Fijo, firmado por los representantes de los partidos Acción Democrática, Copei y la Unión Republicana Democrática por mandato del Departamento de Estado de EEUU, puso como condiciones: darle apoyo total al nuevo gobierno; desconocer la junta patriótica, presidida por Fabricio Ojeda y la exclusión del Partido Comunista de Venezuela de ese nuevo gobierno, a pesar de haber sido los verdaderos combatientes contra la dictadura. Así se afianzó, una vez más, la traición al grito de libertad del pueblo.

MARCOS GAVIDIA