En el Día Internacional de la Danza, se celebra la pasión, dedicación y el impacto transformador de este arte en la vida de individuos y comunidades.
CIUDAD MCY.-La Danza, lenguaje universal que trasciende fronteras y enriquece el alma para quienes la practican, conmemora su Día Internacional cada 29 de abril con el fin de realzar la importancia de esta manifestación artística en todas sus formas y géneros, destacando su valor como disciplina, expresión cultural, medio de comunicación y actividad que promueve la salud física y mental.
En Venezuela, cuna de talento y pasión, esta fecha adquiere un significado especial, resonando con las historias de dedicación y amor por el movimiento de artistas como la inolvidable Yolanda Moreno, cuyo legado sigue inspirando a generaciones al llevar a escenarios internacionales la Danza Nacionalista como símbolo de venezolanidad.
Siguiendo sus pasos, en Aragua encontramos a figuras contemporáneas que continúan enriqueciendo el panorama dancístico de la región.
Con una trayectoria de 46 años ininterrumpidos, Luzmavial Alvarado se involucró en este arte por curiosidad, acompañando a sus primos a un grupo de danzas, entre sus momentos más memorables destacan haber ganado el primer Festival de Jóvenes Solistas del estado Aragua y obtener el Premio Regional de Danzas “Andrés Oropeza”, como figura femenina de la danza folclórica nacionalista, el máximo galardón para los bailarines de la región.
Para ella, la danza es “el combustible que mueve su vida, es la energía, la potencia, la batería, es un todo porque es lo que le llena, lo que le hace vivir, lo que le hace vibrar, eso es la danza, es la pasión, es el amor, es el sentimiento, es un todo en una vida».
Alvarado comenta que celebrar este día es crucial para mostrar al mundo que «la danza no es un pasatiempo, no es un hobby, es un estilo de vida, es una profesión, es algo que va más allá, no es la que la cumples porque lo estudiaste, sino que es una profesión que la estudiaste y la realizas con la pasión que sale desde lo más profundo de tu corazón».
Lorenzo Deus, bailarín y promotor cultural aragüeño, coincide en que la danza es un estilo de vida, un complemento en las acciones diarias.
Su incursión en este mundo fue una aventura desde la infancia, desafiando las reticencias iniciales de sus padres hasta ingresar a una agrupación formal.
Un momento particularmente significativo en su carrera fue recibir su primer reconocimiento en un encuentro de danzas, con la emotiva sorpresa de que sus padres, quienes inicialmente se opusieron, le entregaran la estatuilla.
Al reflexionar sobre la obtención del Premio Regional de Danza en 2024, Lorenzo describe un sentimiento «indescriptible», lleno de satisfacción y un mayor compromiso con la danza, en el estado Aragua y especialmente con sus estudiantes de educación especial, quienes le brindan valiosas lecciones de vida en cada encuentro.
Su mensaje en este día es una invitación a explorar este arte transformador: «atrévanse a conocer el maravilloso mundo de la danza, la danza transforma, la danza es vida, te hace libre. A los padres y representantes, apoyen a sus hijos en este arte. Convencido estoy que la danza es una herramienta de transformación social y educativa».
Lorenzo enfatiza la importancia de celebrar la danza a diario, ya que «la formación en la danza es necesaria en todos sus géneros porque nos enseña a valorarnos como ser humano y nos fortalece la identidad como pueblo, como nación, como venezolanos».
Finalmente, para Nazareth Rozo, bailarina, «la danza no solo es Bailar, la danza es expresar con tu cuerpo lo que tu mente no puede llegar a hacer (…) es vivir a través de cada paso y de cada movimiento».
Su momento más significativo fue convertirse en «Bailarina profesional en danza nacionalista», un logro que demostró que cada sacrificio valió la pena, pues «la danza es la voz cuando las palabras no pueden expresar lo que sientes».
Las voces de Luzmavial, Lorenzo y Nazareth resuenan con la fuerza de quienes han encontrado en el movimiento una forma de vida, una manera de conectar con el mundo y consigo mismo. Que su ejemplo inspire a las nuevas generaciones a seguir danzando, a seguir soñando y a seguir sintiendo la magia que solo la danza puede ofrecer.
JOELVIS JESUS ABREU (PASANTE)|| FOTO CORTESÍA

