Agustín Intriago, nacido en 1985, fue electo alcalde para el periodo 2019-2023 y reelegido hasta 2027 | FOTO AGENCIAS

***La víctima más reciente fue el alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, asesinado la tarde de este domingo mientras participaba en la entrega de obras en un barrio

CIUDAD MCY.- La ola de violencia que afecta actualmente a Ecuador tiene como blanco en los últimos meses a figuras políticas, tanto en funciones como en época de campaña.

Los atentados contra autoridades y candidatos se vuelven cada vez más frecuentes en el país andino, sobre todo en las provincias costeras donde radican las principales bandas delictivas que operan en la nación sudamericana.

La última víctima fue el alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, asesinado a tiros la tarde de este domingo mientras participaba en la entrega de obras en un barrio de esa urbe en la provincia de Manabí.

La muerte de Intriago sacudió el escenario político aquí pues el nuevo ataque contra un funcionario ocurrió casi un mes después del asesinato a tiros del concejal Jairo Olaya, de la ciudad de Esmeraldas, y del atentado que sufrió el alcalde de la ciudad de Durán, en la provincia de Guayas, Luis Chonillo. Ambos miembros del Movimiento Revolución Ciudadana (RC).

A propósito, los aspirantes a la Presidencia de la República rechazaron el asesinato y exigieron seguridad y justicia para todos. Así como ellos, miles de ciudadanos son asesinados. Esto no puede continuar. Esto se debe a la falta de liderazgo para dirigir el destino de los ecuatorianos, denunció el candidato Yaku Pérez.

Pérez anunció además que, debido al incidente, decidió suspender momentáneamente la campaña electoral y realizó un llamado al resto de candidatos a la unidad nacional.

Por su parte, la aspirante a la jefatura del Ejecutivo por el movimiento RC, Luisa González, transmitió sus condolencias a la familia de Intriago y de la futbolista, Ariana Estefanía Chancay, quien murió también durante el atentado, víctima de una bala perdida, según medios locales.

El Gobierno atribuye la crisis de inseguridad al auge del narcotráfico y a las disputas de bandas criminales por el control del tráfico de drogas.

Sin embargo, la cifra de muertes no para de crecer y pese a los controles militares y policiales en las zonas donde operan las bandas delictivas, la violencia sigue en ascenso.

Expertos y la ciudadanía consideran necesaria una estrategia integral para atacar las causas de la problemática con más empleo, salud y educación.

AGENCIAS