***La primera solicitud de reforma constitucional será examinada  por la Comisión Política de la Asamblea Legislativa de El Salvador, proceso que es considerado aquí como un puro trámite

CIUDAD MCY.- El tema, centro de controversia en semanas recientes, es visto como de puro trámite pues la reforma de la deuda política debe ser ratificada por el plenario, probablemente en esta misma semana, dada la mayoría absoluta que ostenta Nuevas Ideas (NI). Según críticos de la iniciativa impulsada por el partido cian, color que identifica al del presidente Nayib Bukele, con esta medida solo persigue perpetuarse en el poder.

Este movimiento es motivo de crítica de opositores y no es visto con buenos ojos por muchos salvadoreños .

Por ejemplo, una encuesta en línea del diario La Prensa Gráfica, preguntó ¿Cómo considera la iniciativa del gobierno salvadoreño de eliminar la deuda política a partidos?, una consulta que toca un aspecto medular en la política local, el financiamiento de las campañas.

Un 35 por ciento apoya la iniciativa, un 48 no la acepta y apenas 16 por ciento respondió que le da igual.

En semanas recientes, la atención de los salvadoreños, salvo la visita del secretario de Estado norteamericano, Marc Rubio, estuvo centrada en la labor de la Asamblea Legislativa, donde se impone la mayoría absoluta del partido cian más tres aliados. (57 de 60 votos).

Tras aprobar la modificación del artículo 248 que regulaba las opciones de reformas en tiempo y en dos periodos legislativos, el blanco más cercano y que evidentemente busca el gobierno, es la eliminación del artículo 210, sobre el financiamiento público a los partidos políticos.

«Derógase el Art. 210 de la Constitución», reza la reforma propuesta, en referencia al artículo que establece «la deuda política como un mecanismo de financiamiento para los partidos políticos contendientes, encaminado a promover su libertad e independencia».

Hasta enero pasado, una reforma constitucional en El Salvador exigía la votación de dos legislaturas diferentes, proceso que requería la intervención de dos conformaciones legislativas. Eso ya es historia, pues el partido en el poder tiene un cheque en blanco, según críticos, para lo que más le convenga.

Los que se oponen a este cambio argumentan que la eliminación de la deuda política es un pretexto para «trastocar la Constitución» y buscar perpetuarse en el poder, sin dudas algo que motivará controversia y más confrontación.

Asimismo algunos críticos consideran que la eliminación abrirá las campañas políticas a la entrada del financiamiento de fuentes “oscuras” e incluso vinculadas al narcotráfico.

FUENTE PRENSA LATINA / FOTO CORTESÍA