***Usar el signo monetario estadounidense como arma de chantaje político, mediante imposición de “sanciones” a países soberanos, ha acelerado el uso de monedas distintas al dólar

CIUDAD MCY.- El empleo del dólar en el orbe está en alerta ya que muchos países han estado explorando métodos para comerciar sin la moneda estadounidense. Esta situación ha generado incertidumbre en Estados Unidos sobre las posibilidades de que su moneda mantenga esa hegemonía que le ha permitido gobernar al mundo financiero durante casi ocho décadas.

Los esfuerzos para reducir el predominio del dólar y alcanzar la desdolarización no son nuevos. Es algo sobre lo que se discute y analiza desde hace varios años, pero en la actualidad son múltiples los acontecimientos que se conjugan y plantean serias dudas de que EEUU pueda sostener, por mucho más tiempo, al dólar como hegemón sobre la economía del mundo.

Desde el punto de vista de varios analistas, es cierto que la desdolarización está en marcha; sin embargo, la mayoría coincide en que esta no se producirá de manera inmediata, sino que sucederá progresivamente y podría tomar años, incluso décadas.

Otros economistas rechazan la idea de que el dólar haya comenzado a perder su estatus de moneda de reserva. Citan, entre otras razones, el dominio que tiene la moneda estadounidense en el comercio internacional, así como el hecho de que es un activo usado como reserva de divisas de los bancos centrales de muchas naciones.

No obstante, en lo que va del 2023 han ocurrido una serie de acontecimientos claves, los cuales indican que se está acelerando la desdolarización de la economía mundial.

BLOQUES ECONÓMICOS EMERGENTES REDUCEN SU USO

Desde finales de marzo, el impulso de la desdolarización mundial ha alcanzado su punto máximo, varios países se han estado rebelando contra el dólar. Por un lado, China y Rusia firmaron un acuerdo comercial que los desmarca del dólar y se centra en el yuan chino como la principal moneda para el comercio de distintos rubros.
A partir de ese momento, cada vez más países diseñan planes o implementan programas para alcanzar su desdolarización. En ese sentido, el grupo de economías emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (Brics), captó la atención del mundo cuando a finales de marzo anunció la creación de un sistema económico alternativo que incluye una nueva moneda de reserva.

La atención se volcó sobre este anuncio porque se trata de los países más grandes del mundo, tanto en superficie como en población y, además, en conjunto representan el 32% del PIB mundial. Se estima que alcanzarán alrededor del 50% para 2030.
Además, el PIB de las naciones Brics y sus monedas potenciales representan el mayor contrapeso, hasta el momento, para el dominio del dólar estadounidense. Efectivamente, estos países ya superaron a las naciones del G7 en PIB.

EL DINERO, ARMA DE GUERRA FRÍA CONTRA CHINA

La guerra entre EEUU y China se vuelve más fría cada día. El plan de China podría redefinir la supremacía global, implicaría aprovecharse de la crisis financiera que atraviesa Estados Unidos, por el bajón del estatus del dólar y reemplazarlo con el yuan, hasta donde sea posible.

Por eso, el país asiático impulsa, cada vez más, al yuan como moneda para los negocios petroleros y desafiando al liderazgo del dólar en los mercados de materias primas, tratando de debilitar la supremacía estadounidense.

Al respecto, EEUU se dio un golpe a sí mismo cuando impuso sanciones a Rusia, aislando a sus bancos de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (Swift) y cortando efectivamente su acceso al sistema financiero internacional.

Con esa acción, el Gobierno gringo envió el mensaje al mundo de que el dólar y la economía estadounidense ya no son tan seguros para los intereses de las naciones. Y a partir de allí ha habido un aumento del comercio internacional con otras monedas. Por ejemplo, India y Rusia ahora pueden comerciar en rupias a través de los bancos de Dubái.

Así que mientras Estados Unidos esparce temor con sus sanciones unilaterales sobre China y otros países pone en riesgo el dominio del dólar, como fue reconocido por la propia secretaria del Tesoro, Janet Yellen; China ha ido levantando líneas de intercambio comerciales con muchos países.

En definitiva, el uso del dólar estadounidense como arma de chantaje a través de sanciones, realineamientos geopolíticos y el surgimiento de infraestructuras financieras alternativas son elementos que se conjugan para darle un impulso a la desdolarización de la economía mundial.
Es posible que en el futuro cercano ya no se hablará de las sanciones de Estados Unidos. Habrá tantos países que realicen transacciones en monedas distintas al dólar que los gringos no tendrán capacidad para sancionarlos.

EL DÓLAR YA NO ES EL MISMO

“El dólar ahora representa alrededor del 58% de las reservas oficiales globales totales, frente al 73% que tenía en 2001 cuando era la reserva hegemónica indiscutible”, concluyó un informe de Staley Morgan (SM) revisado por cuenta nuestra.

El dólar está perdiendo su estatus de reserva más rápido de lo que se podría pensar, probablemente por su uso para imponer sanciones. Se estima que el dólar estadounidense como moneda de reserva global disminuirá a una tasa 10 veces mayor que la tasa promedio de los últimos 20 años.

“Lo que los inversionistas deben apreciar es que, si bien el Sur Global no puede evitar por completo el uso del dólar, gran parte de él ya no está dispuesto a hacerlo”, se leyó de otro párrafo de SM. De hecho, los bancos centrales de China, Rusia y otros países se han ido desprendiendo de sus reservas en dólares y se dedicaron a comprar oro para “darles más valor a sus ahorros en niveles que en 2023 llevan más de 120 toneladas”, según como lo demuestran los datos publicados por analistas del Consejo Mundial del Oro.

La evidente tendencia a la multipolarización mundial se ha constituido en el motor fundamental de la desdolarización. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha tenido que aceptar que más países aumentan sus tenencias de yuanes como reserva, su dependencia del dólar estadounidense y el euro ha disminuido. “El dólar estadounidense y el euro, cada vez, se usan menos como moneda internacional”, dijo la funcionaria de la UE.

EL MUNDO FINANCIERO SE REORDENA

“Estamos siendo testigos del nacimiento de un nuevo orden monetario mundial que, en última instancia, debilitará el actual sistema basado en el dólar y conducirá a una mayor inflación en Occidente”, señala el analista económico Ramón Casilda Béjar.

Su análisis se centra en que “los bancos centrales occidentales, prisioneros de las sanciones impuestas por sus propios gobiernos, no podrán prestar apoyo como la liquidez de emergencia necesaria para cerrar las brechas del mercado”.

Sin embargo, advierte que el Banco Popular de China (PBOC) no se enfrenta a tales restricciones y, por tanto, se encuentra en una posición privilegiada, lo que podría allanar el camino hacia la desdolarización de la economía global.

El propio Banco Mundial reconoce que la economía basada en el dólar estadounidense ha fracasado, al punto de caer en un período en el que se dispare la pobreza y disminuyan los recursos para enfrentar desafíos futuros.

Economistas de varias partes del planeta coinciden en que el panorama económico global solo tiende a oscurecer. Se ve venir el juego final del dólar y un fuerte impacto en la economía del mundo.
Sucede que con la misma intensidad con la que hoy se está hablando de la desdolarización de la economía, también se pone en relieve el nacimiento de un nuevo orden mundial dejando en escena a varias monedas para ocupar la corona vacante: el euro, el yuan de China.

MARCOS GAVIDIA