***Actividades que estimulan la sociabilidad, la habilidad verbal y la atención contribuyen a conservar las capacidades en personas con más de 60 años

CIUDAD MCY .- Los textos descriptivos y narrativos, historias cortas, poemas y biografías, que puedan leer o escuchar al participar en dinámicas similares a las de los cuentacuentos tienen significativos beneficios para los adultos mayores, desde el punto de vista recreativo, así como para preservar sus habilidades sociales y cognitivas.

La neuropsicólogo, Erika Pazmiño, explicó que “la lectura y oír de terceros la narración de diversos tipos de relatos, mejora capacidades sociales como la empatía”.

Destacó que “la persona que está escuchando se puede meter en el cuento, en la historia, sentir como siente ese personaje, por ejemplo. Igualmente, va a potenciar la concentración, el razonamiento, la creatividad y la atención verbal, porque tiene que estar allí muy atento, escuchando para seguir la secuencia de lo que sucede, lo cual es importantísimo ya que habrá una activación cerebral, estimulando gran parte de sus funciones cognitivas”.

Aseguró que con estas actividades los adultos mayores se entretienen, obtienen sensación de bienestar, y “le quitan espacio a situaciones negativas o problemas”. Igualmente, evocan recuerdos y favorecen la memoria remota y la reciente.  También pueden facilitar el descanso nocturno, si se hacen en horas cercanas al anochecer.

Lo recomendable es que disfruten estas dinámicas diariamente, y hasta dos veces al día, si hay disponibilidad de tiempo en las rutinas del adulto mayor. Pazmiño aconsejó que, en general, se elijan textos, cuentos, poemas o historias que sean motivadores, reflexivas y con mensajes positivos.

Lecturas estimulantes

La especialista en Neuropsicología indicó que en la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa se realizan sesiones de estimulación neurocognitiva con lecturas, para los huéspedes permanentes y temporales que padecen trastornos neurodegenerativos como Alzheimer, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington, entre otros.

Añadió que en estas actividades “el moderador o el especialista es el que hace la lectura e invita a participar a los adultos mayores, porque se trata no solo de que escuchen, sino que se les invita a razonar acerca de lo que está pasando en la historia. Se les pregunta, por ejemplo, ¿Qué pasó en el cuento?, o que recuerden que sucedió tal situación y ¿Ahora qué podrá pasar? No es solo leerles y ya, sino enriquecer la actividad con esta dinámica”.

Agregó que las personas con trastornos neurocognitivos -generalmente y dependiendo del grado de su enfermedad- han perdido la capacidad de leer por ellos mismos, por lo que este tipo de sesiones resultan recreativas y estimulantes al mismo tiempo.

Enfatizó que, aunque recuerden poco o nada después de la lectura, permanece en ellos el sentimiento de bienestar y satisfacción.

AGENCIAS