***Formar parte del hospital Los Samanes lo ha convertido en un nuevo integrante de la familia Gente Valiosa de sistema de salud del estado Aragua

CIUDAD MCY.- Con una experiencia de 23 años al servicio del hospital Los Samanes, Joe Vásquez ha acogido este centro de salud como su segundo hogar, un hogar en el que ha logrado conformar una nueva familia que sabe que cada usuario que ingresa a las instalaciones es una persona que requiere de una buena atención por parte de cada uno de los miembros del centro asistencial, hecho que lo ha convertido en un nuevo integrante de la familia Gente Valiosa de sistema de salud del estado Aragua.

Vásquez, quien es Técnico Superior Universitario en Producción Industrial, inició sus labores en el hospital de Niños de Los Samanes una vez culminó sus estudios de bachillerato en el año 2000. Desde entonces su labor ha sido incansable en distintas áreas del recinto, siendo principalmente en el almacén, donde estuvo a disposición durante 21 años, y actualmente se encuentra al servicio de la dirección del centro de salud como asistente de la directora Egleé Sánchez atendiendo los distintos casos de salud.

Con mucho orgullo, Vásquez señala que “somos dignos por estar en el sector salud, porque es un trabajo que solamente se dedica a quienes realmente lo necesitan, es una labor en la que pocos tienen la paciencia, la tolerancia y la sabiduría para poder entender los procesos de salud, eso lo aprendí, y con el paso de los años entendí que más que una función tenía una misión”.

De la misma forma, Joe Vásquez comenta que, a pesar de los comentarios por parte de sus familiares sobre trabajar en un organismo público, mantiene firme su convicción de servir al público. “La verdad me han ofrecido otros trabajos, pero siempre me pregunto ¿por qué no me he ido?, y es que hay algo más allá, tengo una misión aquí y estaré aquí hasta el que el Señor decida, ya que lo que estoy haciendo aquí me hace feliz”.

Joe Vásquez es una persona con un don de humanidad muy marcado, reflejo de ello es que enfatiza que cuando un trabajador de un centro asistencial coloca la mano sobre el hombro de un usuario y le pregunta ¿qué necesitas? Ya es la primera dosis del tratamiento. “Nosotros los seres humanos debemos entender que el primer tratamiento del paciente es como lo reciben, porque quizá su malestar no es físico, sino es emocional, si una señora mayor está sola, sus hijos están fuera del país, y se siente mal pero no sabe por qué, tal vez sea porque su dolencia sea emocional mas no física”.

El miembro del equipo de trabajo del hospital Los Samanes es padre de dos hijas de 23 y 14 años, siendo la mayor una nueva profesional de la medicina en el país. “Para mí es un orgullo tener una hija médico, porque yo nunca la obligué ni le incentivé a incluirse en el sector salud, pero si le hablé de lo bonito que es este mundo, siempre es agradable ver como una persona necesitada te agradece, te bendice por resolver su problema y eso la motivó a seguir adelante”.

Una de las cosas que recuerda con más cariño es ver como muchos niños con labio leporino que han sido operados en el hospital Los Samanes regresan a los 3 meses con una gran sonrisa agradecidos por resolver su padecimiento o personas con serios problemas de la vista que al poco tiempo comienzan a ver con claridad. “Son cosas que te impactan”, remató.

PRENSA CORPOSALUD