***Ese domingo coincidió con la llegada del Mesías y aclamado por la multitud

CIUDAD MCY.- La Semana Santa es la fiesta cristiana que recuerda los últimos momentos de Cristo en la Tierra: La pasión, la muerte y la resurrección; es decir, desde que llega a Jerusalén proclamado Salvador, hasta que es procesado, muerto, enterrado y resucitado.

El Domingo de Ramos para estas fechas cristianas es indudablemente importante, ya que se conmemora la entrada del hijo de Dios a Jerusalén, donde fue aclamado como el Mesías.

En líneas generales, cuando Jesús se encontraba en la entrada de Jerusalén se hallaba montado en un asno y sus seguidores lo recibieron con aclamo y gritos de “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”, seguido de aplausos con ramos de olivo, ya que en la creencia judía simboliza riqueza y fecundidad.

Es por ello que el primer día se realiza un ritual donde se bendice las palmas o el ramo de olivo para después realizar la procesión de Jesús, mientras que el padre predica y reza durante la caminata, acompañado de fieles creyentes.

En continuidad al ritual que realizan los devotos de la religión católica, después de la caminata, el padre da la misa dominical usualmente realiza dramatizaciones de lo que sucedió ese día horrando y recordando el recibimiento del hijo de Dios.

Después de terminar con una misa emotiva y conmemorativa las personas se dirigen a sus casas con sus ramos de olivo o palmas bendecidas en la iglesia para colocarlas de tras de las puertas de la casa, sobre todo en las principales, ya que se tiene la creencia que atrae buena suerte, como amuletos, fines curativos o mantener alejados a los malos espíritus.

Pero realmente el verdadero significado es recordar que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar.

En conclusión, esta semana para los cristianos significa mucho, ya que el objetivo de esta conmemoración es siempre tener presente las acciones que Jesús tomó por nosotros para reflexionar y renovar la fe.

KAREN RODRÍGUEZ (PASANTE)