***Para mantener la salud del hígado es fundamental: seguir una dieta mediterránea; realizar actividad física; no compartir agujas ni jeringas; mantener relaciones sexuales con protección; y evitar la promiscuidad, el alcohol, el tabaco y el contacto con fluidos corporales de otras personas

CIUDAD MCY.- Los principales padecimientos hepáticos que afectan a las personas son: el hígado graso, la enfermedad hepática alcohólica (cirrosis), el virus de la Hepatitis B (HBV, por sus siglas en inglés) y el virus de la Hepatitis C (HCV, por sus siglas en inglés), todos los cuales son prevenibles con un estilo de vida sano.

La gastroenteróloga endoscopista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctora Carla Díaz, indicó que, de las patologías mencionadas, el hígado graso es la más común y se considera una pandemia silenciosa, puesto que en muchos casos no presenta síntomas, pero es una enfermedad grave que debe tratarse a tiempo, porque de lo contrario progresa a diferentes afecciones que, eventualmente, pueden ocasionar un cáncer hepatocelular.

El hígado cumple más de 500 funciones, como, por ejemplo, el procesamiento de proteínas, la producción de la bilis necesaria para la digestión, la eliminación de toxinas y forma parte del sistema inmunológico, por eso es fundamental cuidar la salud de este órgano para prevenir enfermedades que comprometan la vida de las personas.

En este sentido, la doctora enfatizó que “la prevención es el mejor tratamiento y debe asumirse como estilo de vida”. Considera que para evitar padecer enfermedades hepáticas es importante seguir hábitos sanos como:

• Evitar el consumo de alcohol y tabaco.

• Seguir una dieta mediterránea: alto consumo de pescados y alimentos ricos en ácidos fenólicos (frutos secos y rojos); ingerir aceite de oliva, vegetales y frutas; y disminuir la ingesta de carbohidratos y azúcares refinados. Es muy importante tener presente que el exceso de azúcar se transforma en grasa en el hígado.

• Realizar actividad física: por lo menos 3 veces a la semana con ejercicios aeróbicos y 2 veces a la semana ejercicios anaeróbicos, ya que “la reducción del 5% al 10% del peso corporal revierte el daño que genera la acumulación de grasa en la célula hepática”.
• Mantener relaciones sexuales con protección y evitar la promiscuidad, Evitar contacto con fluidos corporales de otras personas y No compartir agujas ni jeringas, (para evitar contagio de enfermedades infecciosas como los virus de la Hepatitis B y C).

Detección temprana
La doctora Díaz añadió que es importante acudir a los controles médicos periódicos que correspondan, para diagnosticar y tratar de forma oportuna las afecciones hepáticas.
La doctora Díaz recalcó que los estudios para evaluar la salud del hígado deben realizarse a pacientes con: sobrepeso y obesidad, diabetes, abuso de consumo de alcohol, malos hábitos alimenticios y promiscuidad –en este último caso, para detectar si padecen hepatitis B o C.

Agencias