CIUDAD MCY.- .- Este martes 14 de mayo, bajo un sol radiante, la cantautora Zeneida Rodriguez y el cuatrista Cesar Gómez iniciaron la jornada en la plaza de los museos, ubicada en Bellas Artes, en el contexto del 5to día del Festival Mundial Viva Venezuela.

César Gómez entonó con su cuatro una parranda para el público asistente, “Quererte”, que cantó su compañera Zeneida, ya habituada a estas presentaciones nacionalistas. Posteriormente, “Muchachita Buenamosa” (golpe larense) nos indicaba que la pareja estaba haciendo un recorrido por la geografía nacional con su canción, un joropo con estribillo de nombre “Rumbo a Oriente” nos confirmó ese viaje que sabe regalarnos esta maravillosa intérprete, cerrando su presentación con un contrapunteo de la mano de Cesar Gómez.

Para la segunda tanda, el oriente del país se manifestó con el maestro Alfredo Gutiérrez y su bandola, quien mostró su dominio del instrumento y agradeció a los organizadores de este Festival Mundial Viva Venezuela la visibilización de todas y todos los cultores del país. La bandola oriental se lució con el maestro Gutiérrez y su cantante Isabella Querales, quienes dieron brillo al caer la tarde caraqueña.

Una expresión de humanidad tomó el micrófono, Jesús David Díaz, niño zuliano (Ayú) de 12 años, con 5 discapacidades pero con un millón de capacidades, habló sobre la importancia de todos los humanos, el amor y la inclusión. Su primer tema, interpretado de manera onomatopéyica, fue “El Negro y el Catire”, seguido del “Alma Llanera”, para inmediatamente dedicarle un poema de su autoría a las madres, y continuar su presentación con un tema de Gualberto Ibarreto, llamado “María Antonia”, cerrando su participación con el tema “Venezuela”.

Y llegó a la plaza la delegación China, con un pasacalle propio de su manifestación cultural, diez bailarines le dieron vida al legendario Dragón Rojo en medio de la plaza de los museos, un evento que fue observado con detenimiento por las y los presentes, que al ser entrevistados, manifestaban que jamás habían visto este baile en Caracas.

Tras un receso que sirvió para que los músicos tomaran su lugar, se presentó Amaranta Pérez con su trova profunda, presentó a Ivone Thomson, otra maestra que recitó un poema y en su verso mencionó que “…sólo sé que no había velas prendidas y aún a oscuras te metiste en mis sueños…”, manifestó la poetisa antes de dejar a Amaranta con su canto melancólico.

La tapioca y el casabe son fuentes de inspiración para esta compositora, que se pasea por diversas corrientes musicales, demostrándolo con su segunda intervención, un joropo sabroso a tiempo que pedía extender nuestra música por los rincones del mundo. Amaranta cantó a duo con Adriana Lau y posteriormente invitó a José Leonardo Riera quien nos decía que no estamos solos en su prosa.

Una fuerza caraqueña importante se presentó posteriormente, San Agustín venía de la Galería de Arte Nacional con un pasacalle de samba, tambores y coreografías con piruetas aéreas, que mostraron la energía de esta querida parroquia capitalina.

Serenata Guayanesa se sumó a esta energía y se presentó en las tablas con su sabor tradicional. “El Niño Simón”, tema harto conocido, alegró la noche capitalina y preparaba al público para todo un repertorio lleno de amor, que siguió con “San Juan”, “A la Una la Luna”, “El Papagayo”, “El Sapo”, “La Pulga y el Piojo”, “Dime Lunita” y “Corre Caballito”. Iván Sabin, Mauricio y Cesar, nuevamente llenaron, no sólo las expectativas de las y los presentes, sino la plaza de los museos, que agradeció la presentación de esta agrupación histórica en pleno.

Desde la ciudad de Veracruz, en México, se escucharon las tonadas del grupo Quebranto (son Jarocho) y la bailadora Ruby Oseguera, cantos de arreo y de rodeo que nos muestran la vida del campesino mexicano y el sufrimiento de la mujer en toda su dimensión, con sus bailes tradicionales que datan de la época colonial, un fandango espectacular y una interpretación insuperable del México profundo.

El Quitiplás y el tambor también tuvieron su espacio como manifestación de un pueblo mestizo, lleno de sincretismos y tradiciones provenientes de la madre África. Obiní Tambor (mujer que toca tambor) se encargó de poner la parranda barloventeña nuevamente en escena, 10 damas en perfecta harmonía mostraron su sentimiento desde el primer tema: “Perla en el Mar”, “Saca la Bandera para adorar a San Juan”, “Se Quema el Monte”, “Despierta si estás Dormido”, fueron algunos de los temas interpretados durante esta quinta noche de festival.

La música cañonera y el merengue caraqueño también tuvieron su expresión con la agrupación Rucaneo de Mabil, liderada por Ismael Querales, quienes interpretaron esa música de antaño que se bailaba en los grandes salones de la Caracas de antier. “Porteño”, “La Negra Filomena” y “El Pañuelo de Teresa” fueron las guarachas que iniciaron esta interesante presentación, que nos recordó a la Caracas de los techos rojos. El Vals “La Pollina” le puso un poco de picardía a la velada, seguida de “Caracolito” y cerrando está presentación con el merengue “El Gallo de mi Vecino”.

El broche de oro lo marcó la agrupación Grenada, que desde Rusia, trajeron al festival sus ritmos tradicionales, presentando un tema dedicado a Simón Bolívar cantado en español. Un extracto de la ópera dedicada al príncipe Igor, con casi 150 años de creada y traída desde el teatro Bolshói (Moscú) fue presentada durante la puesta en escena, una de las cantantes expuso que en algunos países de Europa han cancelado todo lo que representa la cultura rusa, sus símbolos, compositores y tradiciones, agradeciendo al Festival Mundial Viva Venezuela y al público asistente el hecho de no haberse sumado a esta locura. Felicitaron a Venezuela por la celebración del día del cuatro y lo ejecutaron con el tema Barlovento.

La actividad cerró con una danza en la que se utilizó la vestimenta típica del país ruso, seguida del tema Viva Venezuela, original del grupo Un Solo Pueblo, además de un tema ruso en el que se integraron músicos venezolanos con bailarinas rusas y venezolanas. Otra jornada especial de este gran Festival Mundial Viva Venezuela en el que fue evidente la integración de nuestros pueblos progresistas, un sueño que el libertador no pudo ver pero que hoy luchamos por hacerlo realidad.

PRENSA MPPC