***La producción cacaotera en Venezuela creció 10% en el primer semestre de 2025, y Choroní, joya costera de Aragua, se consolida como epicentro de calidad y turismo agroecológico

CIUDAD MCY.-Choroní celebra el Día Mundial del Cacao con orgullo y sabor. En medio de un repunte nacional en la producción de este rubro, los productores de la parroquia costera del municipio Girardot reivindican su rol como guardianes de una tradición, una producción ancestral que impulsa la economía local y cautiva paladares internacionales.

Enclavado en el Parque Nacional Henri Pittier y el Caribe venezolano, este poblado costero no sólo es conocido por sus playas y arquitectura colonial, sino por su cacao criollo, considerado uno de los más finos del mundo.

En el marco del Día Mundial del Cacao, los productores locales celebran con entusiasmo los frutos de una cosecha que promete superar las expectativas. Según Vicente Petit, directivo de la Asociación Nacional de Productores de Cacao de Venezuela (Asoprocave), la producción nacional aumentó 10% en el primer semestre de este año, respecto a 2024.

Este crecimiento se atribuye a la estabilidad de los precios internacionales, que oscilan entre seis y ocho dólares por kilogramo, y a la tenacidad de los productores frente a enfermedades en los campos de cultivo.

En esta zona, un alto porcentaje de familias depende directamente del cultivo, fermentación y comercialización del cacao, según estimaciones de organizaciones como Tierra Viva y la Red de Productores de Cacao de Aragua.

La variedad criolla, cultivada a la sombra y con técnicas agroecológicas, ha sido reconocida por chocolateros europeos por su perfil aromático y baja acidez.

Además del impacto económico, el cacao ha dinamizado el turismo rural. Rutas cacaoteras, talleres de chocolatería artesanal y ferias gastronómicas atraen a visitantes que buscan experiencias auténticas.

En este día, Choroní no solo celebra el cacao, sino la vida, la resistencia y el futuro de una comunidad que transforma cada semilla en esperanza.

ALCALDÍA DE GIRARDOT / FOTO: CORTESÍA