****La victoria de Rodrigo Paz marca un nuevo capítulo político en Bolivia***
Ciudad MCY.- La jornada electoral del pasado domingo 19 de octubre marcó un hito en la historia política de Bolivia. Tras dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), el país dio un giro hacia la derecha con la victoria del centro-derechista Rodrigo Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), quien se impuso en segunda vuelta al ultraderechista Jorge Tuto Quiroga de Alianza Libre.
Resultados electorales del balotaje a la consolidación
En la primera vuelta, Rodrigo Paz lideró con 1.717.432 votos, seguido por Jorge Tuto Quiroga con 1.430.698. Mientras MAS, quedó rezagado en último lugar, reflejando la fractura interna entre Evo Morales y el presidente saliente Luis Arce, que debilitó al histórico partido de izquierda.
La segunda vuelta confirmó el cambio de rumbo: Rodrigo Paz obtuvo 3.341.812 votos (54%), mientras que Quiroga alcanzó 2.786.475 (45%). El resultado consolidó al PDC como la nueva fuerza dominante en el país.
La participación se ubicó nivel de participación ciudadana en la segunda vuelta estuvo entre el 85 y 89 %, superando las de las pasadas elecciones presidenciales del año 2020.
Asamblea Legislativa: mayoría conservadora
El nuevo mapa legislativo refleja el cambio ideológico. La Asamblea quedó conformada por una mayoría de representantes de derecha y centro-derecha:
Representantes:
- Partido Demócrata Cristiano (PDC)
70 - Alianza Libre (Libre)
53 - Unidad
35 - Alianza Popular
8 - Movimiento al Socialismo (MAS)
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La debacle del MAS en el legislativo plantea serios desafíos para su supervivencia política. Con apenas dos representantes, el partido que gobernó Bolivia durante 20 años enfrenta una etapa de profunda reestructuración.
Retos y perspectivas
La nueva administración de Rodrigo Paz deberá enfrentar una Bolivia polarizada, con expectativas de reformas económicas, institucionales y sociales. El giro a la derecha plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas redistributivas, los derechos indígenas y el rol del Estado en sectores estratégicos.
Mientras tanto, el MAS deberá redefinir su liderazgo, reconstruir su base social y recuperar credibilidad tras años de desgaste, divisiones internas y pérdida de apoyo popular.
Ciudad MCY | FOTO CORTESÍA

