***En personas que padecen cáncer la hemoglobina y otros hemoderivados disminuyen como consecuencia de la misma enfermedad, así como por los tratamientos que reciben

CIUDAD MCY.-De acuerdo con los especialistas, los pacientes con cáncer pueden sufrir de anemia (deficiencia de glóbulos rojos sanos o hemoglobina), así como la merma de otros hemoderivados en el organismo, como consecuencia de la misma enfermedad o de las terapias oncológicas, por lo que es posible que requieran de donaciones de sangre a lo largo de su tratamiento.

El médico internista y oncólogo de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), doctor Juan Celis, explicó que “la carencia de glóbulos rojos puede ser causada, bien sea por hemorragias digestivas, hemorragias tumorales, o porque los mismos mecanismos que hacen crecer las células tumorales afectan la producción de hemoglobina. También hay que destacar que uno de los efectos tóxicos de la quimioterapia y de la radioterapia es la disminución de la producción de médula ósea, que es la encargada de generar tanto hemoglobina, como defensas y plaquetas”.

Señaló que entre los hemoderivados que más requieren los pacientes oncológicos es el concentrado globular, cuyo propósito es aumentar la cantidad de hemoglobina.  Igualmente, el plasma fresco o crioprecipitado, que son otros derivados de la sangre, cuya función es restituir o normalizar los valores de los tiempos de coagulación.

También pudieran necesitar concentrado de plaquetas, así como plaquetas por aféresis, que son indicadas cuando su cantidad es muy baja en el organismo y está presente el riesgo de sangrado.

Destacó que las personas con “cánceres hematoncológicos -como las leucemias-, los linfomas, los de cuello uterino y vías digestivas, que causan bastantes hemorragias, son los que más ameritan el uso de hemoderivados.

El doctor Celis aclaró que la cantidad de donaciones o transfusiones de sangre que requiere un paciente variará de acuerdo con el tipo de enfermedad oncológica que padezca, pero generalmente los requerimientos son mayores en los casos de leucemias, linfomas o quienes son candidatos para trasplante de médula ósea.

Precauciones

El médico señaló que los pacientes con cáncer deben recibir hemoderivados en instituciones de salud o bancos de sangre donde el proceso sea cuidadoso, y se realicen a la sangre donada pruebas de despistaje infecciosas e inmunológicas, para verificar la idoneidad de los donantes.

Puntualizó que “es muy importante que el tipo de sangre sea compatible, de acuerdo con el conocido sistema A-B-O (clasificación de los tipos de sangre) de factor Rh positivo o Rh negativo, porque el riesgo de que no sea compatible es que se originen efectos alérgicos y post transfusionales, incluso choque anafiláctico”.

Igualmente, si no hay un análisis adecuado de esta sangre, “las personas se pueden contagiar de enfermedades de transmisión sanguínea como el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), hepatitis B y C, o reacciones de anemia hemolítica, reacciones inmunológicas o alérgicas”.

Los donadores de sangre deben tener un peso adecuado, de más de 50 kilos, con la hemoglobina en más de 12.5 en mujeres y hombres más de 13, ser mayor de edad, no padecer de diabetes, dislipidemia, que no tomen medicamentos que estén contraindicados para donar sangre, que no hayan contraído ninguna enfermedad de transmisión sexual (aunque haya sido tratada) y con más de un año de haberse tatuado. Si es una persona con hipertensión debe tener su tensión estable al momento de donar.

Si los candidatos a donación de sangre han sufrido de Covid, pueden hacerlo luego de tres meses de haber superado la infección vírica y quien se ha vacunado debe tener un lapso de más de dos meses de su última dosis.

AGENCIAS