CIUDAD MCY.- La ciudad de Buenos Aires fue escenario de una nueva acción represiva contra manifestantes y trabajadores de prensa durante la Marcha de los Jubilados, convocada para exigir mejoras salariales y rechazar decisiones del Ejecutivo; la movilización, que reunió a diversos sectores frente al Congreso, fue dispersada por efectivos de la Policía Federal mediante el uso de camiones hidrantes y gases lacrimógenos, dejó un saldo de más de 20 personas lesionadas.
Durante la cobertura de la protesta, las reporteras Jazmín Orellana y Camila Rey fueron detenidas por la Policía de la Ciudad mientras registraban los hechos con sus cámaras. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) denunció la detención como un ataque directo a la labor periodística y exigió la liberación inmediata de ambas comunicadoras. La organización gremial también recordó que, días antes, el fotógrafo Rodrigo Abd fue agredido por efectivos policiales en el mismo lugar.
La jornada coincidió con un paro de 24 horas convocado por trabajadores del Hospital Garrahan, quienes se sumaron a las acciones frente a la Casa Presidencial y el Senado. El personal de salud reclama la aprobación de la emergencia pediátrica y un ajuste salarial acorde con las condiciones actuales del sistema público.
Por su parte, los jubilados reiteraron su demanda de incremento en las pensiones y manifestaron su rechazo a los vetos presidenciales que afectan beneficios sociales. La protesta congregó también a universitarios y profesionales de la salud, quienes se unieron al llamado por una política pública más inclusiva y menos restrictiva.
La represión se suma a una serie de episodios similares registrados en las últimas semanas, en los que fuerzas de seguridad han intervenido con violencia en manifestaciones pacíficas. Organizaciones sociales y gremiales advierten sobre un patrón de hostigamiento que afecta tanto a manifestantes como a trabajadores de medios.
Fuente: Telesur
