CIUDAD MCY.- Aunque la victoria ante el Getafe 2-0 con dos goles de Joselu Mato dejó buen sabor de boca a los merengues, al técnico Carlo Ancelotti y a los jugadores no le queda otra que pensar en el duelo contra el Atlético de Madrid este domingo.
No exento de polémicas, el partido estuvo aderezado también por gritos racistas de “Vinicius mono” contra el brasileño Vinicius Junior, y por un penalti aparentemente claro contra Brahim Díaz, ambos jugadores merengues, que el árbitro De Burgos Bengochea no señaló ni tampoco el VAR.
De todas formas, volver a la cima ahora con 57 puntos, dos más que el sorprendente Girona y 10 por encima del propio Atleti y del Barcelona, es una gran noticia para la “casa blanca”, pero el termómetro más exigente llegará en el derbi.
Un comienzo halagüeño del Real Madrid en 2024 con la conquista de la Supercopa de España tras dejar en el camino a colchoneros y azulgranas, y ahora líder del torneo nacional.
Dejó escapar, eso sí, la Copa del Rey al caer en octavos de final frente al rival que se ha convertido una piedra en el zapato esta temporada, precisamente el Atlético de Madrid que dirige el argentino Diego Cholo Simeone.
Dos problemas afectarán sensiblemente al cuadro de Ancelotti en el duelo ante sus contrincantes de la capital española, la baja del mediocampista y a veces central, el francés Aureliene Tchouameni, por acumulación de tarjetas amarillas, y entre algodones, el central germano Antonio Rudiger.
En la semana, el Barcelona, luego de caer el pasado domingo ante el Villarreal 3-5, lo que precipitó el anuncio de su preparador Xavi Hernández de que concluirá su contrato en junio, logró un ajustado triunfo 1-0 ante el Osasuna, con el estreno goleador del jovencito brasileño Vitor Roque.
Mientras, el Atleti se batió hasta el final para imponerse al Rayo Vallecano 2-1 y mantenerse así tercero en la tabla. Eran los partidos pendientes de los equipos que jugaron la Supercopa en Arabia Saudita a inicios de enero.
PRENSA LATINA