CIUDAD MCY.- La víctima de Jeffrey Epstein, condenado por tráfico sexual de menores que se suicidó en prisión, Marina Lacerda, ha afirmado que los federales se niegan a entregarle a ella y a otras víctimas pruebas relacionadas con el abuso.

«Lo peor es que el Gobierno aún posee los documentos y la información que podrían ayudarme a recordar y superar todo esto, tal vez, y sanar. Tienen documentos con mi nombre que fueron confiscados de la casa de Jeffrey Epstein y podrían ayudarme a reconstruir mi vida, pero no tengo nada de eso. Y sé que a muchas de estas mujeres les pasa lo mismo», ha denunciado.

La fémina conoció a Epstein a los 14 años en 2002, cuando la reclutaron para ir a su lujosa casa de Nueva York y darle un masaje, una interacción que finalmente desembocó en años de abuso sexual. «Su casa era una puerta giratoria. Siempre había chicas (…) si estaba en Nueva York, tenía la semana preparada para ver a tantas chicas como fuera posible. Diría que veía entre cinco y ocho mujeres, quizás incluso más, hasta diez al día», manifestó.

Asimismo, proporcionó pruebas cruciales que permitieron a los fiscales federales acusar a Epstein en 2019, se ha pronunciado públicamente por primera vez, instando a los legisladores a publicar todos los registros relacionados con el delincuente sexual convicto para ayudar a sus víctimas a sanar.

Lacerda de 37 años, fue identificada en la acusación formal de Epstein de 2019 como «Menor Víctima 1» y proporcionó información clave que ayudó a los fiscales a poner al delincuente sexual tras las rejas, en una entrevista a un medio de comunicación instó a la administración Trump a publicar sus registros y animó a otras sobrevivientes de abuso a denunciar. «Me gustaría que les dieran transparencia a todas las víctimas sobre lo sucedido y que publicaran estos archivos. No es solo por las víctimas, sino por el pueblo estadounidense», declaró.

Fuente: Medios Internacionales