CIUDAD MCY.- Hay personas que se crecen y fortalecen ante las adversidades. Hay gente que siempre intenta superarse pese a los obstáculos. Hay gente que siempre busca el lado positivo a las cosas, y de allí surgen increíbles historias y ejemplos de vida de personas que nos enseñan a descubrir un nuevo comienzo en cada amanecer y una nueva oportunidad para los que confían en Dios.

Este es el caso de Rafael Rodríguez, un joven de 33 años de edad, que por circunstancias de la vida fue arrollado por un vehículo cuando tenía 14 años y lo dejó discapacitado para el resto de su vida, tras amputarles sus dos miembros inferiores, posterior al accidente.

El joven venezolano, que reside desde hace varios años en la República Dominicana, volvió a ponerse en pie, hace dos meses aproximadamente, luego de haber permanecido sentado en una silla de rueda durante 17 largos años.

“Ha sido un proceso duro. No ha sido fácil el proceso de adaptación a las prótesis. Sin embargo, siempre trato de ver en cada final un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de empezar un nuevo. Hay que enfocarse en lo positivo de la vida y lo bueno de Dios para encontrar en el camino a las personas adecuadas que te podrán brindar ese apoyo que tanto necesitas”, dijo el atleta paralímpico, quien es orador comunicacional, licenciado en Administración y TSU en Informática, además, es dueño de su propio negocio (fabricante de productos de limpieza), emprendimiento creado en República Dominicana.

Rafael, inició en el mundo deportivo, específicamente en el alto rendimiento, en la disciplina de Powerlifting o Parapotencia, hace más de cinco meses, gracias a la motivación brindada por un grupo de amigos que también poseen una discapacidad y que han representado a Venezuela en disciplinas como Paratletismo y baloncesto adaptado.

“Esos amigos fueron parte fundamental para que yo llegara hasta aquí. De una u otra manera el deporte siempre me había llamado la atención, pero para personas con discapacidad no lo había considerado hasta entonces”, explicó Rodríguez.

El paratleta criollo tuvo su primera participación competitiva en la I Válida Nacional e Internacional celebrada en Aragua del 12 al 13 de mayo, donde demostró no sólo dejar a un lado los miedos y barreras mentales, para así mostrar su potencial y capacidades deportivas, sino también que la vida en todas sus facetas es un continuo fluir de experiencias impregnadas de grandes aprendizajes.

“Yo quiero invitar a todos los jóvenes y/o adultos que tengan algún tipo de discapacidad, pero que poseen coraje y valentía para animarse a hacer deporte. El deporte es salud y mientras hagan todo con cariño, amor y esfuerzo, siempre cosecharán buenos resultados, sin importar la circunstancia en que se encuentren”, expresó el deportista.

Para Rafael no existe diferencia deportiva entre un atleta con discapacidad y uno convencional, puesto que piensa que ambos deben trabajar mucho para alcanzar cualquier meta; cada quien desde sus disciplinas, habilidades y capacidades.

El deportista confía firmemente que los entes gubernamentales pueden mejorar mucho más el apoyo brindado a las personas con discapacidad, no sólo en el aspecto económico que evidentemente es necesario, pero si en atención, logística y otros.

“Es estrictamente obligatorio crear accesos en las infraestructuras, no sólo deportivas sino urbanas como aceras, escaleras y otros que permitan a las personas con discapacidad, sobre todo las que se desplazan en silla de ruedas, la accesibilidad, porque como personas queremos ser independientes, pero sin los accesos se hace cuesta arriba”, expuso.

ANDREÍNA LEÓN