CIUDAD MCY.- El Gobierno Bolivariano de Venezuela envió una misiva diplomática a los gobiernos y pueblos de 194 países representados ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) para alertar sobre las agresiones militares y la piratería que el régimen que gobierna a EE. UU. lleva a cabo en el mar Caribe y aguas internacionales, los cuales violan flagrantemente el derecho internacional, los principios y la letra de la Carta de la ONU, las reglas del comercio sano y el respeto a la soberanía de las naciones, para exhortar a la unión y condenar, rechazar y exigir el cese de estas conductas criminales.
El contenido de la carta, firmada por el presidente Nicolás Maduro Moros, fue leído por el canciller venezolano, Yván Gil, en un contacto con la prensa nacional e internacional desde la Casa Amarilla de Caracas.
La presencia de buques de guerra, submarinos nucleares y una fuerza militar de agresión desmedida viola la zona de paz establecida por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el Tratado de Tlatelolco que garantiza una región libre de armas nucleares. Además, la pretensión militar estadounidense ataca la libertad de navegación, «y las operaciones ilegales que estos actos sean ejecutados por las fuerzas armadas de un Estado, lo hace aún más grave, pues constituye adicionalmente agresión conforme a la resolución 33, 14 de la Asamblea General de la ONU, violaciones a la convención sobre la alta mar de 1958, ratificada por Estados Unidos».
Venezuela no ha cometido delito alguno para que EE. UU. se arrogue la pretensión de agredirla. La agresión a la jurisdicción marítima exclusiva del Estado y los ataques directos contra la seguridad de la navegación marítima y el comercio internacional están prohibidos por la convención para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la navegación; la ejecución de la piratería estatal es una amenaza directa al orden jurídico internacional y la seguridad global. El derecho internacional es objeto de violaciones por parte de EE. UU., lo que amenaza toda la actividad de la comunidad internacional frente al ascenso de una tragedia humana sin precedentes y una guerra mundial unilateral de la fuerza, la ejecución, piratería y saqueo de recursos de estados soberanos.
“No se trata de incidentes aislados, sino de una práctica sistemática de uso de la fuerza fuera de todo marco legal internacional e incluso del propio marco constitucional de los Estados Unidos, donde se desarrolla un intenso debate en su congreso, como en la opinión pública que condena, mayoritariamente estas acciones”, advierte parte del texto leído.
El comunicado oficial destaca que las ejecuciones extrajudiciales sin proceso debido ni pruebas, de más de 100 personas en el Caribe y Pacífico, con la excusa del narcotráfico, a las que se suma la piratería abierta en el robo de petróleo de producción nacional, asalto de buques comerciales, secuestro de tripulación, amenazas abiertas e ilegales contra la soberanía de las naciones, son una violación sistemática que debe ser investigada y castigada.
Venezuela reafirma su vocación de paz, pero también declara con absoluta claridad que está preparada y va a defender su soberanía territorial y sus recursos conforme al derecho internacional. Asimismo, estas agresiones impactan el comercio energético, el suministro de petróleo y energía, ocasionan la inestabilidad de los mercados internacionales, golpean las economías de América Latina y el Caribe y el mundo, especialmente en los países más vulnerables.
“La energía no puede convertirse en arma de guerra, ni en instrumento de coerción política”, advierte el texto, y por lo que de manera respetuosa y responsable Venezuela exhorta al mundo al cese explícito de estas acciones de agresión, piratería y ejecuciones judiciales de inmediato, y activar los mecanismos del sistema internacional para investigar, sancionar y prevenir la repetición de estos hechos y restablecer la legalidad y la estabilidad del mundo.
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