Elecciones presidenciales de Francia, Emmanuel Macron y Marine Le Pen

 

CIUDAD MCY.- A solo seis días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, Emmanuel Macron y Marine Le Pen prevén a partir de hoy multiplicar sus acciones para convencer a indecisos y renuentes a votar.

Después de un domingo de Pascua de bastante tranquilidad, entrevistas diarias y recorridos por el país marcarán un cierre de campaña dominado por ataques mutuos, en los que la etiqueta de ultraderechista de la líder de Agrupación Nacional la colocan en la peor parte.

Las posturas antiinmigrantes, sus críticas a la Unión Europea y los comentarios sobre la abolición de la pena de muerte, el hiyab (velo islámico) y la reforma de la Constitución son aprovechados por el campo del mandatario y candidato a la reelección, mientras Le Pen intenta suavizar su discurso y reorientar prioridades.

Del lado de Macron, su mayor vulnerabilidad parecen ser la pérdida del poder adquisitivo y las dificultades económicas, las principales preocupaciones de los franceses de cara al balotaje del 24 de abril, en unos comicios que convocarán otra vez a las urnas a casi 49 millones de personas mayores de 18 años.

El jefe de Estado abrió fuego temprano este lunes con una entrevista ofrecida a la cadena de radio France Culture, en la que acusó a la representante de la extrema derecha de “esconderse de la gente» que dice defender.

Según Macron, su rival en la reedición de la segunda ronda de 2017 evita discutir con los que no piensan como ella, tildando su postura de “verdadero desprecio” por la gente.

Le Pen también ofrecerá declaraciones a medios en el transcurso del día y estará más tarde en la norteña Normandía, donde se espera que mantenga su llamado a escoger entre la Francia de las élites, que a su juicio encarna la máxima figura de La República en Marcha, y la Francia popular, que ella asegura proponer.

En 2017 Macron estuvo en el cara a cara mucho mejor que Le Pen, quien afirma haber aprendido de sus fracasos y errores.
Las encuestas coinciden en reflejar alrededor del 55 por ciento de las intenciones de voto a favor del jefe de Estado, ventaja cómoda, pero alejada de los dos tercios que consiguió hace cinco años, aupado por un “frente republicano” que en esta ocasión no luce tan contundente.

Son muchos en Francia los llamados “Ni Ni”, quienes no quieren otros cinco años de Macron, ni la llegada al poder de la extrema derecha, un sector de inconformes en los últimos días liderado por estudiantes que bloquearon universidades, incluyendo la emblemática casa de altos estudios La Sorbona de París.

No obstante, casi a diario se producen declaraciones y cartas abiertas de políticos, artistas, intelectuales y personalidades del deporte que llaman a votar por el mandatario, bajo el argumento de negarle las puertas al Elíseo a la ultraderecha.
Macron es favorito sin que el duelo esté decidido, advierten especialistas, tras citar el enorme potencial de votantes que pudiera a última hora inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

Casi 13 millones de franceses, un 26 por ciento del padrón electoral, no acudieron a las urnas en la primera vuelta el 10 de abril, y esa cifra pudiera ser incluso mayor el domingo, con sondeos que apuntan a la abstención de tres de cada 10 ciudadanos.

La inmensa mayoría de los otros 10 candidatos, salvo el también ultraderechista Eric Zemmour, pidió a sus seguidores apoyar a Macron, aunque eso no significa necesariamente que lo hagan. De hecho, en las filas del insumiso Jean-Luc Mélenchon, el tercer aspirante más votado hace ocho días, el 66 por ciento de sus partidarios adelantó que dejará en blanco o anulará su boleta, o simplemente no irá a las urnas, según una consulta en la cual participaron más de 300 mil personas.

Información Prensa Latina