**Con la presentación de estos informes se comprueba la naturaleza hipócrita y manipuladora del Gobierno estadounidense. Washington, que se etiqueta a sí mismo como defensor de la libertad y la legalidad, ha expuesto su doble rasero sobre el tema de los derechos humanos

CIUDAD MCY.- El Gobierno de Venezuela rechazó el informe sobre derechos humanos presentado por el Departamento estadounidense, porque consideró que dicho reporte manipula la realidad del pueblo venezolano y es elaborado por un país que carece de autoridad moral para emitir calificativos sobre otros Estados.

La Cancillería venezolana, vía comunicado, expresó que “el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, una vez más, rechaza categóricamente el informe sobre derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América”. Además, dejó claro que se opone a “la reiterada práctica de calificar las políticas de otros países en esta materia sin ningún rigor técnico ni credibilidad”.

El documento, que fija la postura oficial del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, rechaza la manipulación de EEUU en “un tema tan sensible como el de los Derechos Humanos” con el objetivo de cumplir sus intereses políticos.

La Diplomacia venezolana señaló en ese texto que Washington persigue “opacar los logros del Gobierno Bolivariano en garantizar los derechos humanos, políticos, económicos y sociales” y aseguró que “poco pueden interesarle al Gobierno estadounidense los derechos de un pueblo al que somete a medidas coercitivas unilaterales y a un criminal bloqueo económico”.

AUTOEVALUCIÓN GRINGA

El Gobierno Bolivariano instó al Gobierno estadounidense a solucionar los problemas internos de esa nación, entre los que menciona que cuenta con el mayor índice de encarcelación internacional en prisiones insalubres y sobrepobladas. A la vez, convocó a las autoridades estadounidenses a cerrar el ilegal centro de detención instalado en la también ilegal base naval de Guantánamo, Cuba, así como a combatir la brutalidad policial que cobró la vida de mil 141 personas el año pasado.

Como colofón, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela sentenció que “No es a través del engaño, el chantaje y la agresión que se puede hacer ejercicio de la diplomacia”, y afirmó que Venezuela aboga por el respeto y la cooperación en su política exterior.

Las desacertadas apreciaciones contenidas en el informe en contra de Venezuela no solo permiten ver la hipocresía de Estados Unidos y su insistente política de intervención en los asuntos venezolanos, sino también reconocer su obsesión por la hegemonía y su ruin intención de intervenir en los asuntos internos de Venezuela. También deja comprender cuán grotesco y ridículo es el doble estándar de Washington en los sensibles asuntos como democracia, libertad, derechos humanos y el Estado de derecho.

El país norteamericano ha intervenido repetidamente en los asuntos en la región latinoamericana con estos pretextos, bajo su Ley de Seguridad Nacional, instrumento jurídico local que pretende hacerla de vinculación internacional.

MAL EJEMPLO Y RECHAZO

Las mencionadas actitudes de hipocresía quedan al descubierto una vez más, tras una somera enumeración de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la Administración norteamericana en el último año.

Desde su fracaso en la lucha contra la epidemia, comprometiendo con ello la vida de sus propios ciudadanos, hasta el asesinato desenfrenado de civiles durante la retirada de las tropas en Afganistán y la repatriación denigrante de un gran número de inmigrantes haitianos desprovistos de comida y dinero: es el propio país norteamericano el que debe ser denunciado por atropello a los derechos humanos.

Fue el propio enviado especial de EEUU para Haití, Daniel Foote, quien condenó las “acciones inhumanas” del Gobierno estadounidense y renunció airadamente a su cargo. Mientras tanto, durante la 48ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, muchos países también condenaron enérgicamente las múltiples violaciones de los derechos humanos cometidas por EEUU.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) oficializó su postura de rechazo al informe unilateral del Departamento de Estado al hacerlo público hace una semana. El secretario ejecutivo del ALBA-TCP, Sacha Llorenti, dio a conocer el documento en el que se recalca que el informe “representa una intromisión en los asuntos internos de los Estados”.

Para la Alianza, el pseudoinforme de países sobre las prácticas de derechos humanos del año 2021 ha sido elaborado por un Estado que ha impuesto prácticas de bloqueo económico, comercial y financiero contra países latinoamericanos y caribeños, lo cual representa una vulgar e inmoral intromisión en los asuntos internos de los Estados y que pretende erigirse como un instrumento para calificar las políticas de los países en materia de derechos humanos.

“Un Estado que aplica medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos y gobiernos del mundo y realiza campañas de desinformación y de desprestigio para lesionar a otros Estados, y que además no revisa su situación interna ciertamente no podría aspirar a dar lecciones en materia de derechos humanos”, fue como quedó redactado en el documento condenatorio.

MARCOS GAVIDIA