CIUDAD MCY.-En la Galería de Arte Nacional (GAN) se desarrolló un conversatorio sobre el arte de Carlos Cruz-Diez, su desarrollo, su evolución e importancia para la historia del arte contemporáneo del mundo. La actividad, que contó una gran presencia del público, fue desarrollada por panelistas de lujo entre ellos su hijo, Carlos Cruz-Diez Delgado la investigadora y curadora del Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez, Milena Matos Orense y el arquitecto, literato y profesor en la Facultad de Arquitectura en la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Central de Venezuela (UCV), Henry Vicente Garrido.

Cruz-Diez Delgado, en su intervención, relató cómo su padre en sus inicios teorizó y experimentó sobre las formas y los colores a medida que desarrollaba su carrera laboral en medios impresos y comenzaba a dar forma a su estilo. Además, contó a los presentes su colaboración en varios momentos en el proceso creativo de Cruz-Diez.

“Mi padre lo hizo con sus herramientas y su creatividad. Ahora en la familia, en consenso, lleva adelante la gerencia de ese patrimonio (…) Estoy lleno de recuerdos de mi padre. Este trabajo es una labor compleja, ardua pero satisfactoria porque es nuestra obligación, cuidar, mantener y difundir el legado que dejó mi padre, es un compromiso, es lo que sabemos hacer y nos gusta”.

Entretanto, Garrido intervino con una ponencia denominada “El paisaje arquitectónico. Rituales del color”, allí relató cómo Cruz-Diez logró que sus obras fueran piezas camaleónicas ante los ojos del espectador y con ello sortear el peligro que representa para los artistas que sus obras sean olvidadas o eclipsadas por otras obras de artes o por el tiempo.

“El maestro se las ingenió para que sus obras ubicadas en espacios públicos no siempre sean las mismas, fueron hechas para que cada recorrido en ellas varíe, llamen la atención y para quien las esté viendo o participando sienta que constantemente esté en otra cosa, esto fue una de las maneras que tuvo para evitar ese riesgo de la invisibilizarían de las obras”. Explicó que, para el espectador, atravesar un espacio artificial, repetitivo y colorido genera un efecto de “desarreglo temporal de los sentidos”.

AGENCIAS