Revolucionaria chilena, Violeta Parra, en el aniversario de su natalicio.

CIUDAD MCY.– La cantautora y activista chilena Violeta Parra nació el 4 de octubre de 1917 y partió de este mundo el 5 de febrero de 1967 a los 50 años de edad, llevando en sus brazos la poesía de «Gracias a la vida» y de otros poderosos manifiestos musicalizados en grandes obras políticas.

En una entrevista realizada a Violeta Parra en 1964 en París, Francia, se dio el siguiente diálogo entre una periodista suiza y la artista chilena:

– Violeta, usted es poetisa, músico, hace arpilleras, pinta. Si yo le doy a elegir uno solo de estos medios de expresión, ¿cuál elegiría usted, si tuviera solo ese único método de expresión?

– Yo elegiría quedarme con la gente.

– ¿Y renunciarías a todo esto?

– Es la gente la que me motiva a hacer todas estas cosas.

Esta conversación, espontánea, transparente, que se dio mientras la chilena pintaba un cuadro, es la demostración más sencilla y genuina de la pasión de Violeta Parra: su pueblo.

Sus letras y el trabajo musical de sus composiciones lograron rescatar el folclore más bruto y puro de la tierra chilena.

En un recorrido personal en busca de las tradiciones musicales, la artista no sólo recogió los sonidos del campo y de los barrios de su país, sino también se enfrentó ya de adulta a la realidad espinada de injusticias que había conocido de pequeña, cuando su padre enfermó y debió abandonar la escuela para trabajar con sus hermanos tocando la guitarra.

Las canciones revolucionarias de Violeta Parra fueron la primera piedra de lo que años más tarde sería la llamada «Nueva Canción Chilena», el movimiento musical que emergió en torno a la construcción de la Unidad Popular, el proceso liderado por Salvador Allende.

Hoy, al conmemorarse el 105 aniversario de su natalicio, recordamos algunas de sus composiciones más revolucionarias y de reclamo social.

1. Qué dirá el Santo Padre

Tras el asesinato del político español Julián Grimau en 1963, en manos de la dictadura de Francisco Franco, Violeta Parra escribió esta canción dirigida al papa San Juan XXIII.

 

2. Arauco tiene una pena

Esta canción fue grabada entre 1961 y 1963, pero su letra está dolorosa y perfectamente vigente. Refleja de manera cruda la problemática mapuche y las injusticias que ha debido enfrentar este pueblo en manos del Estado. «Arauco tiene una pena» es hoy una frase utilizada para simbolizar y representar la causa mapuche.

3. Miren cómo sonríen

Dedicada no sólo a los candidatos en campañas electorales, sino a las autoridades institucionales, esta canción establece una crítica hacia los funcionarios públicos, empresarios y miembros eclesiásticos para su trato con el pueblo pobre, tildándolos de hipócritas por utilizar a las personas para sus beneficios y enriquecimientos personales.

 

Violeta Parra fue una artista integral: música, pintura, poesía, narrativa. Todas versadas en el amor y la lucha social y política. 

4. Me gustan los estudiantes

En las movilizaciones estudiantiles de 2011, esta emblemática canción de Violeta Parra, fue también inspiración de lucha para los jóvenes secundarios y universitarios. Su letra es absolutamente transgresora con la Iglesia para la época.

La artista no sólo saluda la consecuencia y valor de la causa estudiantil, señalándolos como esperanza y semilla de la sociedad, sino también los ubica en una posición de lucidez adquirida por el valor de aprender, contraponiéndolo con el urdimbre «escondido» que la Iglesia ofrece como verdad.

5. La carta

En el año 1963, Violeta escribe esta canción desde París, al enterarse que su hermano Roberto ha sido detenido por el Gobierno del «León de Tarapacá», el entonces presidente de Chile, Jorge Alessandri. En «La carta», la artista apunta directamente contra los poderes de la nación, acusa sin indirectas al mandatario, tratándolo de «sanguinario» y establece su lealtad a la militancia comunista.

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