CIUDAD MCY.- Algunas personas creen que el éxito deportivo de atletas consagrados como Deyna Castellanos, Juan Arango, Miguel Cabrera, por mencionar algunos deportistas de renombre en nuestra entidad, se debe fundamentalmente a su preparación física y técnico-táctica, pero resulta que la psicología deportiva ha jugado un papel protagónico en la materialización de sus metas, sobre todo en el manejo de estrés y ansiedad antes, durante y después de las competencias.

En los últimos 10 años la psicología deportiva ha pasado de tener un papel casi de espectador a formar parte de la titularidad en todas las disciplinas. Su aplicación tiene razón de ser en un contexto en el que los deportistas tienen cada vez más conocimientos y mayor conciencia de la necesidad de potenciar las capacidades para alcanzar los objetivos manejando el estrés y la ansiedad de forma adecuada, con la debida asistencia de un equipo multidisciplinario de profesionales que pueda llevar a un atleta a otro nivel de rendimiento, incluso cuando ya no pareciera posible.

Carlig León, psicóloga deportiva con experiencia en disciplinas de conjunto como béisbol, fútbol, tenis, entre otros, explica que la aplicación de la psicología está llegando a todos los ámbitos del deporte. En el alto rendimiento busca optimizar la preparación y en el deporte de iniciación se apoya en conocimientos científicos cada vez más profundos.

“Todos los atletas en cualquier nivel de entrenamiento deberían contar con acompañamiento psicológico especializado, con el fin de desarrollar habilidades que le permitan al atleta afrontar las competiciones de manera funcional”, indicó.

El estrés y la ansiedad que pueden presentar los atletas antes, durante y después de las competencias tienen efectos precompetitivos, competitivos y postcompetitivos, los cuales impactan significativamente la concentración y la toma de decisiones. A nivel emocional puede detonar miedo, ira, tristeza, puede motivar el aislamiento, puede afectar el funcionamiento del sistema nervioso y en el peor de los casos pueden llevarlos a la deserción deportiva.

León destacó que para conseguir ese bienestar psicológico en el deportista se deben afrontar varias fases. En la precompetencia se encuentra la planificación, la adherencia y la evaluación.

“La planificación debe ser llevada a cabo por el entrenador principalmente; nosotros los psicólogos como somos ciencia aplicada al deporte somos esa llave, entre el entrenador y el atleta, donde el entrenador debe seguir unas indicaciones del cuerpo técnico para poder llevar a cabo todo lo que se va a ejecutar antes de la competencia. En la adherencia es donde el atleta debe identificar qué debe eliminar y qué debe añadir a su práctica. Aquí es donde se evalúan diferentes aspectos cuantitativos y cualitativos. También se hace un análisis conductual sobre qué pensamientos traen consigo. Generalmente se trabaja bajo la corriente cognitivo-conductual. En la fase de evaluación determinamos si el atleta está apto para enfrentarse a lo que es el estrés competitivo y realizamos diferentes estrategias de abordaje como el moldeamiento, la imaginación guiada, manejo de la frustración con técnica de respiración, con manejo de focos atencionales, para ver cuál es el nivel que han adquirido esos atletas”, detalló.

Durante la competencia es el periodo donde se evidencian variables psicológicas en algunos atletas, tales como déficits de motivación, concentración, atención, estrés, diálogo interno, entre otros, donde la psicólogo deportiva recomienda la aplicación de visualización guiada introduciendo algunas variables distractoras que puedan causar un enfoque para allí poder evaluar si ponen en práctica lo aprendido antes de la competencia.

Mientras que en la postcompetencia, bien sea que el atleta haya adquirido los resultados esperados o no, se hace otro abordaje.

“Puede que el atleta alcanzó algunos resultados, pero si tomó una actitud poco deportiva o por el contrario no alcanzó los resultados, pero si tuvo una buena actitud es necesario aplicar diferentes estrategias para que el atleta realice un autoanálisis del resultado de la competencia, para atender la percepción de éxito o fracaso, escenarios completamente subjetivos, así como analizar y desarrollar exceso de confianza. Ambas situaciones podrían afectar futuras participaciones deportivas de alto rendimiento”, detalló.

Al final el objetivo primordial en la psicología del deporte es alcanzar el entrenamiento de habilidades para conseguir el bienestar psicológico del deportista para mejorar su rendimiento físico y potenciarlo al máximo según sean sus capacidades.

ANDREÍNA LEÓN