***Bomberos de Islas Canarias explicaron que las labores de extinción del incendio de Tenerife, considerado el peor de los últimos 40 años, experimentarán dificultades por las condiciones meteorológicas

CIUDAD MCY.- El incendio forestal que se mantiene hasta la fecha azotando a la isla española de Tenerife, en el archipiélago de Canarias, ya calcinó 3.797 hectáreas en un perímetro de 41.9 kilómetros, tras una noche «dura y complicada» debido a los cambios de viento, informaron autoridades locales.

El presidente regional de Canarias, Fernando Clavijo, afirmó que la pasada noche ha sido la primera en la que el fuego se ha comportado «con la normalidad de otros incendios» registrados en el archipiélago, pese al viento cambiante, pues hasta ahora lo había hecho de manera inusual y creando su propia meteorología.

De acuerdo a Clavijo, ello permitió a los equipos de extinción trabajar de manera más intensa y a lo largo de esta jornada se confía en «consolidar el espacio» en la parte que afecta a La Esperanza, en el municipio de El Rosario, de forma que se puedan desviar recursos hacia el norte de la isla.

En ese sentido, anunció que durante la jornada se decidirá si es posible levantar el confinamiento acordado ayer en el núcleo urbano de El Rosario y el de La Esperanza, aunque manteniendo la restricción para el movimiento de vehículos para facilitar el tránsito de los equipos de emergencias.

Hasta el momento han sido evacuadas o confinadas miles de personas. Un dispositivo de 226 efectivos trabajó durante la noche en las labores de extinción del incendio forestal, al que se unieron otro centenar de efectivos de seguridad y más de 30 personas con funciones de logística y 16 medios aéreos a primera hora de la mañana, según el Centro Coordinador de Emergencia y Seguridad.

Bomberos del archipiélago explicaron que las labores de extinción del incendio de Tenerife, considerado el peor de los últimos 40 años, experimentarán dificultades por las condiciones meteorológicas que está generando el propio fuego, y lo califican ya de «sexta generación» debido a su «gran intensidad y por ser altamente destructivo», además de «liberar una gran cantidad de energía».

Esto da lugar a que «se forme una meteorología propia» con formación de «pirocúmulos» o nubes que se producen por el calor provocado por el fuego. Estas nubes se forman por las crecientes columnas de aire caliente provenientes de los incendios que, al menos en parte, consisten en gotitas de agua.

Las columnas de aire ascienden rápidamente y se van enfriando. Si la columna de aire es lo suficientemente grande y hay suficiente humedad en el ambiente, el vapor de agua comienza a condensarse y se puede formar una nube encima del penacho de humo.

En el caso de Tenerife, no solo la convección propia del incendio está impidiendo las labores de extinción, sino también las temperaturas que se alcanzan: hasta 100ºC y en el núcleo del fuego, pueden subir hasta los 800ºC, lo que provoca que el agua que descargan los hidroaviones, se evapore antes de llegar a tocar el suelo, una razón más por la que apagar el fuego está siendo muy complicado, según publican medios locales.

AGENCIAS