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***Si no se trata a tiempo la enfermedad puede progresar a graves complicaciones como cirrosis y cáncer hepatocelular, pero es altamente prevenible siguiendo hábitos de vida saludables como: alimentación balanceada, ejercicio regular, y mantener un peso adecuado***

CIUDAD MCY.-La esteatosis hepática o hígado graso es una pandemia silenciosa prevenible con hábitos de vida saludables. Debido a la cantidad de personas afectadas, el padecimiento genera preocupación, ya que, si no se trata a tiempo, puede progresar a diferentes afecciones que posteriormente generen un cáncer hepatocelular.

La gastroenteróloga endoscopista, doctora Carla Díaz, indicó que “es una enfermedad grave que no debe ignorarse, ya que puede tener consecuencias fatales”. Explicó que cuando no se trata a tiempo el hígado graso, se produce una “etapa inflamatoria o esteatohepatitis, que progresa a una fibrosis y luego a una cirrosis hasta transformarse en un cáncer hepatocelular”.

Díaz señaló que “la prevalencia mundial de la esteatosis hepática es de 25%, y en Latinoamérica y el Caribe es de 35%”. Además, apuntó que “representa el 25% de la indicación de trasplante de hígado”.

El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo y cumple más de 500 funciones, como, por ejemplo, el procesamiento de proteínas, la producción de la bilis necesaria para la digestión, la eliminación de toxinas y forma parte del sistema inmunológico.

ALTO RIESGO

La especialista enfatizó que los factores de riesgo de la enfermedad del hígado graso incluyen: una alimentación inadecuada, sedentarismo, obesidad, resistencia a la insulina, diabetes mellitus mal controlada y alteraciones de la dislipidemia (condición en la que los niveles de lípidos –grasas– en la sangre no están regulados) como el aumento del colesterol y de los triglicéridos.

La doctora Díaz afirmó que la esteatosis hepática es “altamente prevenible, sus factores de riesgo son modificables con un estilo de vida sano”, el cual comprende:

  • Evitar el alcohol y los productos de tabaco.
  • Mantener una alimentación adecuada con una dieta mediterránea, que consiste en el alto consumo de pescados y alimentos ricos en ácidos fenólicos, que son los frutos secos y los rojos; ingerir aceite de oliva, vegetales y frutas; y disminuir la ingesta de carbohidratos y azúcares refinados. El exceso de azúcar se transforma en grasa en el hígado.
  • Realizar actividad física para evitar el sedentarismo y la obesidad, que comprenda ejercicios aeróbicos, por lo menos 3 veces a la semana, y anaeróbicos, 2 veces por semana. La doctora Díaz resaltó que “está comprobado que la reducción del 5% al 10% del peso corporal permite revertir el daño que genera la acumulación de grasa en la célula hepática”.

ATENCIÓN MÉDICA

En muchos casos, la esteatosis hepática no presenta síntomas, lo que le ha valido el apodo de ‘enfermedad silenciosa’ y “por eso es importante realizarse los chequeos preventivos con un especialista”, expresó la doctora.

Por otro lado, la doctora mencionó que “actualmente en el país se realiza el estudio de elastografía hepática, que es una técnica donde se emiten ondas vibratorias a través de un transductor”.

Refirió que, cuando el grado de grasa se encuentra en un estadio inicial el tratamiento puede consistir en intervenciones terapéuticas y modificaciones en el estilo de vida, para evitar la progresión a otras afecciones. En casos de afecciones más avanzadas, se puede requerir tratamiento médico o cirugía.

AGENCIAS