Las personas que transitan por la Catedral de Maracay reciben un momento de amor fraternal | Fotos Cortesía Yuleisi Navas

**Esta familia, que se dedica al teatro de calle, lleva a los aragüeños alegrías y esperanza, a través de sus personajes y su escenario: Los alrededores de la Catedral de Maracay**

Ciudad MCY.- No se trata de un  nuevo oficio, ni un show público para subsistir; se trata de un gesto de amor para el prójimo. Así define el personaje “La Ratoncita Hortencia”, interpretado por Katiuska Cortés, directora de la Asociación Civil Teatro Arista, quienes todos los días aportan a las personas que frecuentan los alrededores de la Catedral de Maracay un mensaje de esperanza.

Ellos son una  familia que se dedica al Teatro Arista, su sede se encuentra ubicada en Caña de Azúcar, específicamente en la UD15, allí  imparten clases para niños los días martes y jueves de 3:00pm a 5:00pm y desde hace cinco meses  proyectan su arte en la Catedral de Maracay: “Ya tenemos cinco meses regalando sonrisas, haciendo un poquito de teatro de calle,  que son fragmentos de varias obras, que engloban muchos personajes fabulosos para todo el público”, refirió Cortés.

 

Con personajes de Aquiles Nazoa motivan a la reflexión a los transeúntes

Aseguró que por la Catedral de Maracay pasa muchísima gente y considera que por este emblemático lugar de Maracay “la receptividad  del público ha sido increíble”. Recordó que un día tomaron la iniciativa de regalar a los aragüeños un mensaje de esperanza y a través de estos personajes logran “sacar una sonrisa hasta el más enojado”.

“Hay otros puntos importantes donde pasan cierta cantidad de individuos, pero resulta ser que la Catedral a nosotros nos identifica porque está Dios con nosotros, Dios nunca nos va a abandonar,  para nosotros es un sitio sagrado, por aquí pasan muchas personas con  enfermedades, personas estresadas, muchas  veces hasta molestos, vienen al banco, a los centros asistenciales, es una experiencia diaria diferente, cada día Dios tiene algo especial para nosotros, muchos se identifican con mi familia, otros conmigo,  sin embargo hemos regalado infinidad de sonrisas sobre todo a los niños y adultos mayores”.

 

La docente Katiusca Cortés, junto a su esposo e hija, lleva adelante este mágico proyecto de amor

Los personajes

Katiuzca, su esposo e hija interpretan varios personajes como la “Ratoncita presumida”,  de Aquiles Nazoa, “en otra oportunidad  se habla de los árboles, la naturaleza, mi  esposo se viste de árbol, yo de flor y mi hija de flor también”.

Ellos modifican su vestuario de acuerdo a la ocasión,  en su mayoría las personas le regalan ropas, zapatos y ellos los modifican y adaptan de acuerdo al personaje que vayan a presentar.

“No tenemos  recursos,  somos una  asociación civil sin fines de lucro, no contamos con patrocinantes, simplemente nosotros estamos acá haciendo un trabajo que nos apasiona, somos docentes, tenemos más de 25 años trabajando”.

Comentó que los personajes de los abuelos “Pancho y Jacinta”  hablan de esa  identidad venezolana que se ha perdido. Son unos personajes arraigados en los valores venezolanos y sus costumbres, un día  hablan  sobre la arepa, otro día sobre los juegos tradicionales, como trompo, metras, entre otros.

“Trabajamos el teatro, desde lo espiritual, desde lo vivido, sin discriminar a  nadie, porque aquí pasa cualquier cantidad de personas y para nosotros  todas las personas son iguales, sin distinción de raza ni clase social;  cuando pasas por aquí entregamos  a las personas un mensaje positivo, las personas vienen a buscarlo,  siempre  entregamos un mensaje de esperanza, con mucho amor y cariño para  todos, eso ha sido muy significativo porque las personas vienen y nos cuentan su historia en muchas oportunidades tristes, cuando agarran el papel  les cambia el rostro, quizás nuestro Padre nos está utilizando  como instrumento para  brindar un mensaje a las personas que transitan por aquí”, comentó Cortés.

 

En su puesta en escena no existe discriminación, solo amor al prójimo

Llevan su arte a comunidades y eventos privados

Por otro lado, dijo la artista que también trabajan en la parte recreativa  en eventos de fiestas y aparte  de ser docentes van a las comunidades. “Nos hemos conseguido con sectores  bastante vulnerables, vamos a grandes eventos, pero también llevamos un mensaje de esperanza  en las comunidades, el hecho de estar aquí, parados, todo el día, con resistencia, con paciencia, es un gran esfuerzo,  pero es el amor al prójimo y a Dios lo que nos fortalece, la fe nos permite estar parados aquí,  en oportunidades vienen los niños y nos abrazan, eso es como una vitamina para nosotros”, aseguró.

Relató que muchos indigentes los califican como “sus amigos”. “En una oportunidad, uno de  ellos agarró un papel que le decía sonríe, él miró al cielo y dijo: ‘gracias, aún tengo oportunidad’;  para mí eso fue un aprendizaje, porque a veces nos quejamos de situaciones y hay personas que están mucho peor que nosotros”.

Refirió que hay algunos puntos negativos que no vale la pena destacar, “porque  esto para mí es como una vitamina, es algo que me llena, sonreír nutre el alma y  aparte de eso te beneficia físicamente, la gente se identifica con nosotros,  cuando no venimos la gente se da cuenta,  porque si faltamos un solo día la gente nos pregunta por los  personajes, la gente se identifica  mucho con los personajes”.

Cortés asegura que tiene montones de amiguitos, “personas adultas que nos han donado vestuario, ropas, zapatos, maquillaje, accesorios, pasó una abuelita por la parte baja de la acera, yo veo que ella me está viendo, cuando se acerca viene con un dinero para dármelo  y yo le dije que no. Los ancianos son un caso especial, tengo  muchas madres, abuelas, unas me dicen que soy la nieta, otros me dicen que soy la hija, a mi hija le dicen la nieta”, comentó.

Reina Betancourt