***El año 2022 comenzó para Colombia con un enfrentamiento entre grupos armados en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, que dejó al menos una treintena de muertes, una situación de violencia que disparó alarmas.

CIUDAD MCY.- Si bien lo ocurrido en ese territorio no resulta ajeno, la crisis ocasionada desde el primer día del año provocó numerosas reacciones de preocupación y condena, entre ellas de organismos internacionales.

Incluso un equipo de la Misión de Verificación de la ONU sufrió a fines de enero un ataque en San José de Guaviare en Puerto Nuevo, departamento de Guaviare, que terminó con la incineración de dos vehículos de la comitiva que se dirigía a la zona rural del Guayabero para reunirse con comunidades locales.

Ante este escenario Prensa Latina entrevistó a Camilo González, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), una Organización No Gubernamental (ONG) integrada por personas que construyeron relaciones de colaboración en la permanente actividad por la paz de Colombia.

Acerca de esta exacerbada violencia, comentó que el año comenzó para Colombia con muchos hechos sangrientos, sobre todo en Arauca, y 10 masacres en varias zonas del país.

También con enfrentamientos en áreas de influencias del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos residuales que quedaron al margen del proceso de paz, puntualizó.

Es una situación muy crítica que amenaza con ser tan grave este año como el anterior, pero enero en relación con el mismo mes del 2021 tiene menos líderes asesinados y menos excombatientes en proceso de reincorporación, añadió.

Sin embargo, dijo, hay más masacres, más amenazas, más hostilidades y más desplazamientos, una situación muy incierta la cual muestra que en algunas zonas de Colombia, como Arauca, hay una emergencia humanitaria, aunque también en el Chocó, y en la frontera con Ecuador.

Precisó que hay algunas variables que se han desacelerado, en relación con el período inmediatamente anterior como las amenazas y los atentados a los excombatientes, no obstante, hubo un intento de atentado a una de sus sedes en Bogotá donde el Partido Comunes lanzaría su campaña electoral.

Recalcó que esa fuerza política y todas las dinámicas de los excombatientes están sometidos a una estigmatización, confinamiento, aislamiento y desplazamiento que podría calificarse de terrible y, por lo tanto, requiere un tratamiento de urgencia.

Hay 15 zonas de Colombia que tienen una situación crítica, hay alertas en el 20 por ciento de los municipios de Colombia en la actual coyuntura electoral, detalló.

Informacion Prensa Latina.